El imperialismo
americano apoya a los golpistas que ha inspirado y guiado
Maduro: “El
imperialismo americano ha establecido un plan para intervenir en Venezuela
junto a los traidores de la derecha extremista, para reemplazar al estado fuera
de la Constitución, es la hora de defender nuestra patria y nuestra
Constitución, es el momento para la Unión cívico-militar".
QUE TODAS LAS
FUERZAS ANTIIMPERIALISTAS ITALIANAS SE UNAN PARA APOYAR AL LEGITIMO GOBIERNO
MADURO
El 10 de enero
el presidente venezolano Nicolás Maduro elevado a su segundo mandato tras su
victoria en las elecciones que tuvo lugar el 20 de junio de 2018. El intento de
golpe de estado de 21 de enero duró unas pocas horas de la real Guardia
Nacional Bolivariana cuarenta que ocuparon un cuartel militar en el barrio de
Cotiza, en el norte de la capital Caracas y dirigió un llamamiento al
levantamiento popular y Fuerza de Armada Nacional Bolivariana (Fanb) contra el
gobierno del Presidente Maduro, como ilegítima. La apelación parece caer en el
vacío con el ejército que le intimaba a la rendición y los detención pero la
acción fue un preludio a las manifestaciones del 23 de enero por la disuelta
Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que acusaba al gobierno de
haber “usurpado el poder” y pedía nuevas elecciones; la manifestaciones era
apoyada con un videomensaje del vicepresidente americano Mike Pence que
expresaba “el incondicional sostén" de la Casa Blanca a la oposición fascista
y golpista venezolana contra Maduro definido “dictador sin ningún derecho al
poder”.
El legítimo
Presidente venezolano denunciaba que la toma de posición del Vice de Trump era
una “verdadera y propia agresión extranjera” que incitaba a “un golpe de Estado
fascista” que no tiene parangón en los 200 años de historia de las relaciones
entre Estados Unidos y Venezuela”.
Nosotros
apoyamos al legítimo gobierno de Maduro contra los golpistas venezolanos
inspirados y guiados por e imperialismo americano, así como el Partido hermano
del PMLI, el Partido Comunita (Marxista-Leninista) de Panamá cuyo importante
comunicado publicamos a parte.
Las injerencias
y las provocaciones del imperialismo americano en Venezuela se había
ya iniciado bajo la administración Obama, el dictador fascista y guerrerista
Trump ha continuado el trabajo y lo ha llevado a un nivel superior en el sostén
a la derecha fascista venezolana. Hasta a negar la validez de la reelección de
Maduro en las presidenciales del 20 de mayo pasado, convalidada del grupo de
observadores internacionales de 80 países, y empuja al golpe de mano de la
Asamblea Nacional dominada por las oposiciones de las elecciones del 2015 y
cuyas competencias han sido reajustadas en 2017 por la apenas elegida
Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
El voto
favorable a Maduro de mayo pasado era definido
“una farsa” por
la Casa Blanca que como después de las elecciones del 2017 que
afirmaba que los Estados Unidos no habrían permanecido a ver. Trump definía al
gobierno venezolano “un régimen que podría ser derrocado muy rápidamente por
las Fuerzas Armadas si se decidirán hacerlo”, una abierta invitación al golpe
que no tendría efecto hasta que los vértices militares continuarán fieles a
Maduro. La vía golpista inspirada y patrocinada por el imperialismo americano
debía pasar de una parte a otra, desde el pronunciamiento de la
Asamblea Nacional. Que sucedía durante las manifestaciones del 23 de enero en
Caracas cuando el jóven presidente de la sesión, Juan Guaidó, se autoproclamaba
presidente “pro tempore”.
Maduro desde el
Palacio Presidencial de Caracas sostenía que “somos la mayoría, estamos en este
Palacio por la voluntad popular, y solamente la gente nos puede poner fuera”,
mientras el Ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, declaraba
que las Fuerzas Armadas “no aceptan un presidente impuesto por oscuros
intereses o que se haya autoproclamado al margen de la ley”.
El Presidente
venezolano denunciaba que “el imperio americano ha establecido un plan para
intervenir en Venezuela junto a los traidores de la derecha extremista,
pretendiendo de sustituir al Estado por fuera de la Constitución, es el momento
de defender la Patria y la Constitución, es el momento de la unión
cívico-militar”. Lo sostenedores del legitimo gobierno Maduro descendían en
plaza para defenderlo pero han sido prácticamente cancelados de los medios de
informacion imperialista que contrariamente inflaban aquella de la oposición.
El 28 de enero el mismo Maduro denunciaba la manipulación de las medias
internacionales que distorsionan la realidad del país y recordaba que en los
días precedentes más de 3 millones de venezolanos se habían manifestado en
defensa de la soberanía del país.
El 26
de enero en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ministro del
Exterior venezolano Jorge Arreaza recordaba la tentativa de golpe del 11 de
abril de 2002 cuando los USA se limitaron a estar “detrás del golpe” contra
Hugo Chávez mientras que hoy están “delante”, a la guía de la tentativa. Lo confirmaba
el inmediato reconocimiento del presidente Guaidó de parte de Trump,
que en la Conferencia de Prensa en la Casa Blanca repetía la amenaza aún de la
intervención militar, “todas las opciones están en la mesa”, y pedía el sostén
de los “otros países del hemisferio occidental”. Llamado inmeditamente acogido
de los gobiernos reaccionarios de los países latinoamericanos y por el sionista
Netayahu.
El
26 de enero Francia, Alemania y España lanzaban un ultimatum a Maduro, si
dentro de ocho días no se hubiese convocado elecciones “equitativas, libres,
transparentes y democráticas”, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Angela Merkel
habrán reconocido Guaidó como presidente interino de Venezuela. A la posición
de los tres países se alineaba la UE por medio de una Declaración de la Alta
Representante Federica Mogherini que cortaba el término de los ocho días,
sustituido por un “en los próximos días”. “Europa ha asumido insolente y debe
retirar su ultimatum. Se quieren dejar Venezuela que
se vayan, Nosotros a gobernar” era la fulminante respuesta del Presidente
Maduro en una entrevista dada el 27 de enero al Canal turco de la CNN.
“La Santa Sede
apoya todos los esfuerzos que permitan de salvar ulteriores sufrimientos de la
población”, sostenía una nota del Vaticano del 24 de enero. Tanto bastaba para
elegir al Papa Francesco portavoz de quienes no apoyan el intento de golpe.
Cerrando los ojos sobre contemporáneo artículo del Observador Romano que
reporta las palabras del Cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo
que se expresaba indirectamente a favor de Guaidó en el reivindicar el derecho
de los sacerdotes a descender en plaza con los manifestantes. Bajo
la sotana del Papa se escondía también el M5S, mientras el aliado del gobierno
liguista era parapetado detrás Trump.
El PMLI y Il
Bolscevico piden con fuerza al gobierno italiano de
tomar posición con el legitimo gobierno venezolano y de disuadir toda tentativa
de agresión por parte del imperialismo americano. Sobre el ejemplo de la
concentración de Milán, en el cual ha participado el PMLI, las fuerzas
antiimperialistas italianas italianas deberán unirse para obligar al gobierno
Salvini-Di Maio a tomar una posición autónoma respecto aquella de
los USA y de la UE y apoyar al gobierno legitimo de Maduro.
La tentativa del
imperialismo americano de llevar a casa el apoyo de la ONU naufragaba el 28 de
enero cuando el legitimo gobierno venezlano obtenía el apoyo a su soberanía de
19 países, sobre un total de 35 intervenciones, con la condena de la injerencia
en los asuntos internos del País y la invitación a un proceso de diálogo entre
actores nacionales. En la Sede de la ONU pesaba el voto de Rusia y China,
aliados de Maduro en el desencuentro con los Estado Unidos. De parte
de Venezuela se colocaban Bolivia y Sudáfrica, Irán y Turquía, Hesbollah
libanés y los palestinos de Hamas y de la OLP. El primero en tomar partido
contra “una tentativa de golpe de estado” ha sido el presidente cubano Miguel
Diaz-Canel que había expresado de sostener al “Presidente Nicolas Maduro
después de la tentativas imperialistas de desacreditar y desestabilizar la
revolución bolivariana”.
IL BOLSCEVICO N.
4 – 7 FEBRERO 2019
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