Por la Redacción del Renmin Ribao y la Redacción de la revista Hongqi
La carta abierta del CC del PCUS dice: “al estampar su firma al pie de la
Declaración de 1960, los dirigentes del PCCh no hicieron más que maniobrar”.
¿Es realmente ésta la verdad? No. Por el contrario, fue la dirección del PCUS y
no nosotros quien maniobró.
Una serie de hechos demuestra que en la Conferencia de los Partidos
hermanos de 1960, al acordar la supresión o la modificación de sus
proposiciones erróneas en su proyecto de declaración, los dirigentes del PCUS,
lo hicieron contra su voluntad y que tampoco fueron sinceros cuando aceptaron
las proposiciones correctas de los partidos hermanos. A la dirección del PCUS
no le importaba un bledo el documento acordado en común por los partidos
hermanos. Apenas se había secado la tinta de su firma en la Declaración, cuando
la dirección del PCUS empezó a atropellarla. El primero de diciembre, Jruschov
firmó la Declaración en nombre del CC del PCUS, y veinticuatro horas después,
en el banquete dado en honor de las delegaciones de los partidos hermanos, el
mismo Jruschov describió sin tapujos a Yugoslavia como un país socialista,
violando el acuerdo de los partidos hermanos.
Después de la Conferencia de los 81 Partidos hermanos, la dirección del
PCUS fue violando cada vez más descaradamente las Declaraciones de 1957 y de
1960. Por una parte, consideraba como amigo al imperialismo norteamericano,
declarado enemigo de los pueblos del mundo entero en la Declaración de 1960,
abogaba por la “colaboración norteamericano-soviética” y expresaba su deseo de
trabajar junto con Kennedy para “proceder a tender desde ambos lados puentes
sólidos de confianza, de comprensión mutua y de amistad”1. Por otra parte,
trataba a algunos partidos y países hermanos como a enemigos y empeoró
bruscamente las relaciones de la Unión Soviética con Albania.
El XXII Congreso del PCUS, celebrado en octubre de 1961, marcó un nuevo
punto culminante en las actividades de la dirección del PCUS encaminadas a
combatir el marxismo-leninismo y dividir el campo socialista y el movimiento
comunista internacional. Fue un hito que marcó la sistematización del
revisionismo que la dirección del PCUS había desarrollado gradualmente a partir
de su XX Congreso.
En el XXII Congreso, la dirección del PCUS lanzó un ataque abierto de
grandes proporciones contra el Partido del Trabajo de Albania. En su discurso,
Jruschov llegó incluso a hacer abiertamente un llamamiento para derrocar la
dirección de los camaradas Enver Hoxha y Mehmet Shehu. La dirección del PCUS
dio de esta manera el perverso ejemplo de utilizar el congreso de un partido
para atacar abiertamente a otros partidos hermanos.
Otra acción cardinal que la dirección del PCUS realizó en este Congreso,
fue el ataque concentrado a Stalin, ocho años después de su muerte y cinco años
después que fue negado totalmente en el XX Congreso.
En fin de cuentas, la dirección del PCUS hizo todo esto para abandonar las
dos Declaraciones, oponerse al marxismo-leninismo y llevar adelante una línea
sistemáticamente revisionista.
Su revisionismo halló expresión concentrada en el nuevo Programa del PCUS
adoptado en dicho Congreso.
La carta abierta del CC del PCUS hace pasar la línea del XXII Congreso por
una línea “aprobada en las Conferencias de Representantes de los Partidos
Comunistas y expuesta en ambas Declaraciones”. ¿Acaso no se da cuenta la
dirección del PCUS que fue demasiado descuidada al hacer esa afirmación? ¿Cómo se
puede pretender que lo que ocurrió en 1961 había sido ya aprobado o expuesto en
la Conferencia de los Partidos Comunistas y Obreros de 1960, e incluso en la de
1957?
Pero dejemos de lado por el momento semejante fantástica alabanza propia y
pongamos en claro antes que nada, de qué calaña es realmente el Programa del
PCUS adoptado en el XXII Congreso.
Basta examinar sumariamente el Programa del PCUS y el informe hecho por
Jruschov para ver fácilmente que el Programa presentado por la dirección del
PCUS es un programa revisionista de pies a cabeza, que contradice totalmente
las tesis fundamentales del marxismo-leninismo y los principios revolucionarios
de las dos Declaraciones.
Este Programa contraviene a las Declaraciones de 1957 y de 1960 en muchas
importantes cuestiones de principio. Reaparecen en él muchos puntos de vista
erróneos de la dirección del PCUS, ya rechazados en la Conferencia de los
Partidos hermanos de 1960. Por ejemplo, presenta la coexistencia pacífica como
el principio general de la política exterior; acentúa unilateralmente la
posibilidad de la transición pacífica, y calumnia la política de apoyarse
principalmente en los propios esfuerzos para la construcción de los países
socialistas, calificándola de “edificación en el aislamiento”, y así
sucesivamente.
Este Programa da un paso más adelante en la sistematización de la línea
errónea, aplicada por la dirección del PCUS desde su XX Congreso, y su contenido
principal consiste en la “coexistencia pacífica”, “emulación pacífica” y
“transición pacífica”.
Este Programa hace una burda revisión de la médula del marxismo-leninismo,
es decir, las doctrinas sobre la revolución proletaria, sobre la dictadura del
proletariado y sobre el partido proletario; declara que la dictadura del
proletariado dejó de ser necesaria en la Unión Soviética y que ha cambiado la
naturaleza del Partido Comunista de la Unión Soviética como la vanguardia del
proletariado, y formula absurdas teorías sobre el “Estado de todo el pueblo” y
el “partido de todo el pueblo”.
Este Programa sustituye la teoría del marxismo-leninismo sobre la lucha de
clases por el humanismo, y sustituye el ideal del comunismo por la consigna
burguesa de “libertad”, “igualdad” y “fraternidad”.
Es un programa que se opone a la revolución de los pueblos que viven aún
bajo el sistema imperialista y capitalista, y que constituyen dos tercios de la
población mundial; es un programa que se opone al cumplimiento cabal de la
revolución por parte de los pueblos que ya han emprendido el camino socialista,
y que constituyen un tercio de la población mundial; es un programa
revisionista encaminado a conservar y restaurar el capitalismo.
El Partido Comunista de China se opuso resueltamente a los errores del XXII
Congreso del PCUS. El camarada Chou En-lai, jefe de la delegación del PCCh
invitada a asistir a dicho Congreso, expuso la posición de nuestro Partido en
su discurso y criticó francamente los errores de la dirección del PCUS en las
subsiguientes conversaciones con Jruschov y otros dirigentes del PCUS.
En sus conversaciones con la delegación del PCCh, Jruschov rechazó
completamente las críticas y consejos de la delegación del PCCh, y llegó hasta
a expresar abiertamente su apoyo a los elementos anti-partido dentro del PCCh.
Indicó sin embozos que, a raíz del XX Congreso del PCUS, cuando los dirigentes
del PCUS comenzaron a tomar un “camino diferente del de Stalin”, es decir,
cuando comenzaron a tomar el camino del revisionismo, necesitaban aún del apoyo
de los partidos hermanos. Dijo que “la voz del PCCh fue entonces de gran
significación para nosotros", “pero las cosas son distintas ahora”, “nos
está yendo bien” y “queremos ir por nuestro camino”. Estas palabras de Jruschov
demuestran que la dirección del PCUS ya había decidido marchar por el camino
del revisionismo y del escisionismo. Se hizo el sordo ante los consejos de
camarada que le dio muchas veces el Partido Comunista de China y no demostró la
menor intención de arrepentirse.
1/ Jruschov y Brezhnev, Mensaje de saludos a Kennedy en el 185º aniversario
de la independencia de EE.UU., 4 de julio de 1961.
Publicado por Odio de Clases
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