VOLODIA
Por Rosa Libertad
28-2-17
La humanidad
trabajadora se apresta a conmemorar este 7 de noviembre el Primer Centenario de
la Gran Revolución Proletaria, la primera revolución socialista triunfante en
el mundo. Los comunistas (marxistas-leninistas-pensamiento de Mao Tse-tung) de
Panamá siguiendo mandato de la ICOR, también nos sumamos a la celebración de
este magno acontecimiento histórico.
Como homenaje
a este Primer Centenario, hoy queremos escribir sobre Vladimir Ilich Ulianov
(Nicolás Lenin). No su biografía, sino de centrarnos en un momento de su vida
como persona humana.
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Vladímir llich
Uliánov, conocido luego por el ya famosísimo pseudónimo Lenin, nació el 22 de abril de 1870. Fue el cuarto de seis hijos, habidos del matrimonio de llia Uliánov
y María Alexandrovna Blank, quienes se habían establecido el año anterior a su
nacimiento en Simbirsk, una ciudad de provincias pobre y atrasada, a orillas
del Volga. Una familia típica de la
intelectualidad provinciana rusa. El padre, un inspector de primera
enseñanza, compartía las ideas de los demócratas revolucionarios de 1860 y se
había consagrado a la educación
El 7 de mayo de 1855 fue nombrado profesor de matemáticas
en la Institución de muchachas de la nobleza de Penza. Además, se le nombró
Director de la estación meteorológica de esa ciudad. Ocho años estuvo allí, muy
bien considerado por sus profesores y estimado por sus colegas. Entre ellos, la
frecuencia de trato con Veretennikov, le permitió conocer a la cuñada de éste,
María A. Blank, 26 años, hija de un médico ucraniano, de origen alemán, de una
situación económica bastante solvente,
se casaron él tenía ya 30.
Los Ulianov encontraron un pequeño apartamento en una
casa situada en la extremidad del barrio aristocrático. Allí les nació su primera hija, Ana, en 1864; al
año siguiente, la señora Ulianov trajo al mundo un niño, Alejandro. Un 22 de
abril de 1870, vino al mundo su tercer hijo, Vladimir, que en viejo eslavo
significa: “el que domina el mundo”. Conocido por el diminutivo Volodia.
El pequeño Volodia aprendió a andar bastante tarde, a los
tres años. Se observó que se caía frecuente y pesadamente, golpeándose siempre
en la cabeza. Tan pronto como supo usar las piernas ya no pudo quedarse quieto
un momento. No lograban inmovilizarlo, ni siquiera unos instantes. Luego se
sentía invadido por una especie de rabia exterminadora. Destruía
sistemáticamente todo lo que caía en sus manos.
El 1 de
septiembre de 1879, es su primer día de clases.
Acompañado por su hermano mayor, que está ya en quinto año, Volodia
cruza el umbral del lúgubre edificio en que durante ocho años tendrá que pasar
la mitad de sus días.
El pequeño Ulianov se destaca rápidamente como un alumno
excelente. Uno de sus mayores que tuvo ocasión de observarlo de cerca en su
clase ha conservado de él la siguiente impresión: "Muy atildado, con
aspecto saludable, el cabello correctamente peinado, una frente amplia y ojos
atentos. Se mantiene reservado, no se exhibe cuando la pregunta no va dirigida
a él, pero contesta inteligente y detalladamente cuando le interrogan."
Se trataba de una naturaleza excepcionalmente
dotada. Gracias a su memoria extraordinaria, gracias a su facultad singular
para captar la explicación del profesor y asimilar en seguida lo esencial,
Volodia aprendía por adelantado, al escucharla, la lección del día siguiente.
En Kazán inició sus estudios de derecho en la universidad imperial, uno de los
focos de mayor oposición al régimen autocrático. El mismo año de su ingreso,
1887, Vladímir fue detenido por participar en una manifestación de protesta
contra el zar.
Quedó en libertad dos días más tarde, pero fue expulsado
de la Universidad e invitado a vivir en residencia vigilada fuera de Kazán.
Apasionado y
devoto por ardiente deseo de la acción, poseía al mismo tiempo un asombroso
dominio de sí mismo, un sentido muy agudo del equilibrio moral y físico que le
permitía dosificar juiciosamente su esfuerzo. Sabía llegar hasta el último
límite de lo posible. Pero también sabía no excederse. En la sesión de otoño,
Vladimir obtuvo el mismo éxito. Resultado final: fue aprobado el primero sobre
134 candidatos, estudiantes y externos. Al entrar en posesión, por fin, del
diploma conquistado a costa de tan largos y perseverantes esfuerzos, ahora veía
el porvenir más claro. Ya podía abrazar la profesión de abogado que había
escogido.
Expulsado de la
universidad, se dedicó por entero a las teorías revolucionarias, comenzó a
estudiar las obras de Marx y Engels directamente
del alemán, y leyó por primera vez El capital, lectura
decisiva para su adhesión al marxismo ortodoxo. Ya en sus primeros escritos
defendió el marxismo frente a las teorías de los "naródniki", los
populistas rusos. En mayo de 1889 la familia se trasladó a la provincia de
Samara, donde, después de muchas peticiones, Lenin obtuvo la autorización para
examinarse en leyes como alumno libre. Tres años después se graduó con las más
altas calificaciones y comenzó a ejercer la abogacía entre artesanos y
campesinos pobres.
En
abril de 1895 viajó al extranjero, decidido a estudiar el movimiento obrero de
Occidente. Pasó unas semanas en Suiza, luego visitó Berlín y París, donde tuvo
como interlocutores a Karl Liebknecht y Paul Lafargue.
Al regresar, fue detenido junto a Julij Martov, su
futuro rival, por la Ochrana, la policía secreta del zar. En la cárcel, Lenin
rápidamente se puso a trabajar. Se comunicaba con el exterior a través de su
hermana Ana y de Nadezda Krupskáia, una estudiante adherida al círculo
marxista, que, para poder visitarlo en la prisión, había declarado ser su
novia. Más tarde, en 1898, un año después de que fuera deportado a la Siberia
meridional, cerca de la frontera con China, contrajo matrimonio con Nadezda en
una ceremonia religiosa.
Después de 3 años en Siberia, contando ya treinta
años de edad, Lenin comenzaba su primer exilio en Suiza.
En
abril de 1895 viajó al extranjero Allí, junto Plejanov, Pavel Axelrod, Vera Zasilich y Martov, puso
en marcha un proyecto largamente acariciado: la publicación de un periódico
socialdemócrata de alcance nacional. El primer número de Iskra (La Chispa) vio
la luz el 21 de diciembre de 1900, con un editorial de Lenin encabezando la
primera página.
En
el entretanto, 1898, en Rusia se había realizado el Congreso fundacional del
Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). Mediante la cual se intentó
unificar los innúmeros círculos marxistas regados por todo el país en una sola entidad. Intento que fracasó, pues todos
los cuadros dirigente escogidos fueron detenidos por la Ojrana (la policía política
del régimen autocrático).