sábado, 10 de mayo de 2014

PC(ML)P: Balance de las elecciones del 4 de mayo de 2014


COMUNICADO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA (ML) DE PANAMÁ
Primer balance general de las elecciones
del 4 de mayo de 2014


Han terminado las elecciones burguesas del 4 de mayo, del corriente, con los resultados por todos ya conocidos. Según cifras dadas por el mismo Tribunal Electoral, institución estatal que ha dictado ante sí y de por si la convocatoria, las pautas reglamentarias, la organización, financiamiento, supervisación y conteo – un real superpoder, por colocado por encima de los órganos del Estado- las fuerzas políticas encontradas en el torneo eleccionario han sido:
a) Partido Cambio Democrático con 460,678 inscritos. Partido gobernante, representante de la facción política de una fracción corporativista de la burguesía burocrática, aquella proimperialista yanqui por obligación y proimperialismo italiano por convicción y raíces nacionales de origen. Ultraderechista y con una política populista de derecha, fascista de tipo italiano. Su líder máximo y su dueño personal Ricardo Martinelli, gran terrateniente y monopolizador de supermercados, banquero y copropietario en el monopolio del transporte colectivo; como queda dicho un fascista histórico, por desprendimiento del Partido Panameñista, creado por el pronazista Dr. Arnulfo Arias Madrid, cómplice de la invasión gringa del 20 de diciembre de 1989.
b) Partido Panameñista (anteriormente partido arnulfista, en la antevíspera Revolucionario Auténtico y en su origen Partido Nacional Revolucionario (PNR)), en número redondo cuenta con 217,411 inscritos . Facción política de la burguesía compradora, descaradamente pro-imperialista yanqui y propulsor de la política económica neoliberal; hace parte de la Internacional Liberal  y fascista histórico. Su líder actual es José Luis Varela –hace su imperio económico en la producción de bebidas alcohólicas, banquero-,miembro prominente del Opus Dei, ultraderechista, anticomunista. Otro de los propiciadores y beneficiarios de la invasión del 20 de diciembre de 1989.
c) Partido Revolucionario Democrático (PRD). Según cifras oficiales posee 460,506  inscritos. Facción dominante del ala burocrática burguesa. Socialdemócrata de derecha, afiliado a la Internacional Socialista, antiyanquista pero no antiimperialista, corporatista y aplicador de una política populista de “derecha” una veces; combina una política estatalista-corporatista y el neoliberalismo en algún período –principalmente, luego de ser defenestrado por la invasión gringa; iniciador de la ola de privatización de las empresas capitalistas durante el del estado; otras, se ha caracterizado por un populismo de “izquierda”. Posee una estructura vertical y se encuentra organizado en claros frentes de masas. Ha gobernado el país por 40 años: En sus inicios brazo político de la dictadura militar, hoy actúa como representante, como queda dicho, de la burguesía burocrática estatalista. Su máximo dirigente, más no su líder, lo es Juan Carlos Navarro. Gran burgués de origen y por posición social.
Ch) Partido Frente Amplio por la Democracia (FAD). De reciente formación, cuenta con 51,342  inscritos. Su núcleo formativo está integrado por el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción (27000 miembros), fracciones gremialistas de profesores, médicos, profesionales e intelectuales de “izquierda” (una amalgama de prolulista-chavistas, trotzkystas, castristas y guevaristas). Por esa composición político-ideológica de intelectuales pequeñoburgueses, en su naturaleza de clase representa a una facción de la burguesía nacional; por su realidad política es el brazo político legal- formal del MLN-29, una organización otrora ultraizquierdista hoy pasada al derechismo conciliacionista y al reformismo político pequeño burgués. Tiene como su representante legal y candidato presidencial al ex-obrero, hoy abogado, y sindicalista de derecha Genaro López.
d) LIBRE POSTULACIÓN: Juan Jované, promovido por el MIREN (Movimiento Independiente de Refundación Nacional) un movimiento de masa, pluriforme y multiclasista,  no presenta ni postula ideología política alguna en específico ni en particular. Una Alianza electoral de trotzkystas, profesionales e intelectuales progresistas, de alguna manera de “centro izquierda”. Sin programa de gobierno democrático, aunque si cuenta con un programa administrativo una especie de pastel del que todos pueden comer sin intoxicarse.   Poco implantado en las organizaciones de masas. Su Dirigente y candidato presidencial lo es el economista burgués liberal Jované. Es, lo mismo que el FAD, una de las facciones políticas de la izquierda burguesa, o burguesía fuera del poder oligárquico.
e) LIBRE POSTULACIÓN. Sin una estructura política formal, lo representa el señor Esteban Rodríguez. Jerarca en los medios del transporte colectivo. Indefinido ideológicamente. Pero, fuertemente procapitalista, neoliberista y proimperialista yanqui. De derecha y antisindicalista, colaboracionistas, representa a la pequeña burguesía con mentalidad semifeudal.
f) LIBRE POSTULACIÓN. Candidato presidencial del partido independiente Gerardo Barroso, sin estructura partidaria nacional, luego un aventurero político. Un presta figura para la democraticidad aparente del sistema electoral panameño.

LOS RESULTADOS ELECTORALES
Según ha señalado, con antelación, el Tribunal Electoral la población total electoral, es decir mayores de edad y con derecho a votar, alcanza la cifra de 2,457,401 ciudadanos de todo el país. Esto es, un total de 90.39% alcanzado.
En estas elecciones del 4 de mayo, según datos oficiales (5/5/14), los votantes han sido: 1,827,172. 
De lo que se deduce, por simple fórmula aritmética, que de la suma de ciudadanos con el derecho a ejercer sufragio y los que han participado realmente, 632,229 no lo han hecho. Es decir, que más de medio millón de ciudadanos no han concurrido a las urnas. Siguiendo en esa misma línea, habiendo constatado que de la suma de votos válidos el Tribunal Electoral ha señalado que los votos blancos han sido 14,212 y aquellos que han anulado el voto 16,065; lo que arrojaría un subtotal de 30,277.
Encontraremos que la suma de abstenciones y los votos blanco y nulo nos dan un gran total de 662,506 ciudadanos se han negado a dar su voto al régimen político imperante. ¡Es decir, que un poco más de un tercio de la población electoralmente activa ha boicoteado el proceso eleccionario!
O en otras palabras, esta alta cuota de no participantes comprueba que éstos han optado por no elegir o comprar cualquier “producto” de la “oferta electoral, presentada en el <mercado llamado elecciones> que son los torneos electorales en Panamá. Que un número plural de personas, lo que ha permitido este salto cualitativo parcial del abstencionismo,  han perdido confianza en la potencialidad del sistema democrático representativo basado en el electoralismo. Que para los mismos, además, el proceso electoral como simple ejercicio formal por sí, hoy, en Panamá, no constituye  idóneo mecanismo de cambio de la realidad política ni garantía de posesionamiento real del poder para las clases trabajadoras.

LA BURGUESÍA NO TIENE NADA DE POR QUÉ ALEGRARSE
Según las cifras brindadas por el propio Tribunal Electoral, viéndolo ahora desde el ángulo de los grandes partidos políticos de la Gran Burguesía, de la izquierda burguesa como independientes arrojarían los siguientes datos:
El Partido Cambio Democrático, es decir su candidato presidencial JOSE DOMINGO ARIAS, ha apañado la cifra de  581,238 votantes (31.40%). Perdiendo ha podido acrecer su caudal de votos. Por su parte, el Partido Panameñista (con su candidato presidencial Juan Carlos Varela) se la ha arreglado para conseguir 723,687 votos (39.10%). También creciendo su números de votos.
En tanto Juan Carlos Navarro (PRD) se ha mantenido estacionario con  520,649 (28.13%).
Todo lo cual nos estaría                                                                                                                                                                                                                                                                                      indicando que los partidos políticos de la Gran Burguesía, como un todo, han alcanzado la cifra de 1,825,574 votos.
¡Eh, alto ahí! No nos han dicho esos partidos burgueses y ese mismo Tribunal Electoral, triunfalistamente, que el total de votos válidos eran 1,827,172.    Si a dicha cifra le descontamos lo equivalente no participantes que arrojan  la cifra de 632,229 eso arrojaría un número redondo de 1,194,943 ¿De dónde, pues, sale esa cifra de votos (1, 258,574) acumulados por los partidos burgueses oficiales?
A la pura verdad, algo huele mal en este recién pasado torneo electoral. Si a la cifra de votos acumulados por los partidos políticos del régimen, Usted le suma el total de abstenciones, voto nulos y blancos se encontrará no hay cuadratura posible (1, 698,163 + 650,295 le dará un gran total de 2, 395,856 y no las cifras que contabilizaba el Tribunal Electoral para el total de la población con el derecho a ejercer sufragio de ¡2, 221,265!
Más aún, sospechosamente, estarían faltando  174,591 votos por debajo de aquellos válidos. Es decir, que la cabra se parió en el monte y los cabritos se perdieron.
Por lo que habría que concluir que un GRAN FRAUDE ELECTORAL SE HA COMETIDO. Que los causantes de una tal violación a la propia legalidad institucional y constitucional lo son tanto los partidos políticos del régimen oligárquico como el susodicho tribunal electoral.
Todos han actuado al unísono y complicidad. Como un auténtico y real partido transversal. Partido que, más allá de las formales diferencias nominales de organización política legal y oficial, de circunstacionales diferencias y pugnas de control y distribución nacidas de la forma específica de apropiación de la plusvalía generalizada por los mecanismos  de recaudación del Estado, más allá inclusive  de la forma económica privada de su producción y percepción específica, los conjunta en un mismo interés colectivo de clase y en una misma dirección política y línea programática. Uniendo en un mismo interés común y función diversidad de grupos económicos, grupos políticos, grandes partidos políticos tradicionales – PRD, CD, PP, Molirena, PDC-, grupos mafiosos (señores de la droga, narcotraficantes nacionales e internacionales, lavadores de dinero sucio, tratantes de blanca, etc.) y altos burócratas que hacen de los fondos públicos la base de su enriquecimiento y poder político personal. Base económica del vigente sistema oligárquico de poder estatal y gubernamental, como de la exigencia de su renovación, luego de la defenestración de la dictadura militar por la invasión militar estadounidense ese 20 de diciembre de 1989.
Invasión imperialista que, en sus efectos, no sólo ha quebrado todo el viejo sistema de estado y el sistema de gobierno, sino que profundizando la crónica crisis política de la forma oligárquica del Estado burocrático-comprador panameño impone a las clases “políticas” gobernantes –reflejo de las exigencias de las clases sociales dominantes- esta Segunda Gran Reforma del Estado y de la forma de gobierno.
Crisis del sistema de poder oligárquico –abarcante  del poder estatal mismo y que no pueda ya seguir como hasta ahora ni volver a la forma estatal de antes del golpe militar del 68; crisis del sistema de estructura institucional; crisis de representatividad de la partidocracia burguesa tradicional- que los resultado del último torneo electoral han probado es insuperable para cualquiera de las dos grandes fracciones de la burguesía panameña, semifeudal y neocolonizada.
En efecto, los resultados electorales han demostrado  ante la sociedad panameña en su conjunto que: (1) La unidad de la clase capitalista hegemónica no es alcanzable, está irrecuperablemente agrietada y se profundiza; (2) Que luego de los cinco años de la administración Martinelli la cuestión de qué fracción dará culmine legitimizador y dirección al Segundo Estado y a la Segunda República oligárquica, esto es a la “reforma constitucional”, no ha encontrado visos de solución; (3) Que lo más trascendental del mismo, no es simplemente que no se ha logrado atraer a consenso, ni siquiera con el recurso del clientelismo desbordado y generalizado, a una gran parte del electorado tradicionalmente descontento, desconfiado y antioligárquico, todo lo contrario, sino que se ha acrecentado decisoriamente.
Todo lo cual augura una mayor profundización de la crisis hegemónica de la burguesía burocrático-compradora. La que no podrá, a ojos vista, ni osará convocar a una Constituyente (aunque “paralela” sea) para lograr la culminación de su reaccionario proyecto de reforma del estado sin provocar la injerencia independiente y revolucionaria de los sectores más avanzados de la población abstencionista. El impedir que los sectores políticamente más avanzados de la población abstencionista se convierta, en una tal coyuntura política, en un movimiento político real e independiente, coordinable e influido por la izquierda marxista-leninista-maoísta.

LA BANCARROTA DE LOS PARTIDOS DE LA IZQUIERDA BURGUESA
Pese a las advertencias políticas de la izquierda proletaria, es decir de los comunistas (marxistas-leninistas), y de los abstencionistas de izquierda para que no legitimasen los planes continuistas y el proyecto de la II Gran Reforma del Estado oligárquico-burgués en su reaccionario designio político presidencialista, corporatista y neofascista, los partidos políticos de la izquierda burguesa han persistido en el seguimiento de su oportunista línea de colaboración y participación electorera. Al final, cosecharon lo que sembraron.
FAD: Con su candidato Genaro López ha colectado 10,914  votos, esto es el 0.59%  del total. Poniendo así en evidencia la fragilidad e inconsecuencia de su base electoral. La base del SUNTRACS  ha desertado totalmente de las urnas o se han ido a votar con los partidos a que tradicionalmente han pertenecido. Los gremios de educadores, sindicales, campesinos, médicos, etc., también ha desertado. El FAD, como su partido clandestino guía, el MLN-29, hundido en su ilusionismo, constitucionalismo y electoralismo burgués, se ha llenado de oprobio, máxime cuando su menospreciado rival político, J. Jované, la logrado superarle sin tanta fanfarria y prepotencia por 749 votos.  --
MIREN   y demás independientes: Liderado por J. Jované, ha alcanzado un total de 11,117 votos, esto es, el 0.60%. Por su parte, el partido de Esteban Rodríguez ha logrado el 0.10% de los votos. Esto es 1,716. De seguido, el partido de Gerardo Barroso consiguió la cantidad de 1,362 votos (0.08%).
Así pues, en resumen, toda la izquierda burguesa panameña ha sufrido una aparatosa derrota. Si no, vean Ustedes mismos, del total de votantes y válidos sólo han alcanzado la cifra de 22,429 votos. Ha sido una derrota de magnitud aún peor que aquella sufrida por la “izquierda” colaboracionista en las elecciones de 1984. Izquierda de aquel entonces que rejuntaba a esos mismos trotzkistas de hoy, a los revisionistas browderistas del Partido del Pueblo, a la intelectualidad de “revolucionaria” y a ese mismo Suntracs (con su Partido Independiente de la Clase Obrera –PICO- que para el presente se presumía la columna vertebral del FAD.
Ciega la izquierda burguesa, a esas enseñanzas negativas de ese torneo eleccionario de 1984, ensoberbecida por contar el respaldo del “sindicato más grande de la historia del movimiento obrero panameño”, se ha lanzado a cabeza baja a la participación electoral. Renegando, para ello, de las enseñanzas del marxismo-leninismo-maoísmo y en muestra del más perverso reformismo político. Ha cosechado la desastrosa consecuencia de su miopía política y su ilusionismo electorero.
No comprendiendo, lo que nunca les pasó por la mente, que la burguesía sólo necesitaba su sigla y presencia como “izquierda panameña” en estas elecciones para darle una falsa legitimidad a su culminado ultrarreaccionario proyecto de la II Gran Reforma del Estado y de la II República oligárquicos burguesa. Pero, no sólo que necesitaba de su presencia para, además de darse imagen internacional de democraticidad, desacreditar a lo interno del país, ante los ojos de las masas trabajadoras, a toda la izquierda clasista, proletaria y revolucionaria. He ilusos, voluntariamente cayeron en la trampa que le han tendido la gran burguesía y el imperialismo estadounidense.

EL ABSTENCIONISMO SE HA CONVERTIDO EN EL PRIMER PARTIDO POLÍTICO ANTIOLIGÁRQUICO DEL PAÍS
Desde el mismo día, luego de culminado el proceso eleccionario, las clases dominantes han desatado, con gran fanfarria, una taimada campaña desinformativa tendente a ocultar El fraude electoral cometido y, principalmente, el hecho más trascendental que verdaderamente ha ocurrido. La conversión del fenómeno del abstencionismo en el primer partido político antioligárquico del país.
Efectivamente, alcanzando el 28% del electorado el abstencionismo (no votar, votar blanco o anular el voto) ha devenido la segunda fuerza electoral del país y en el primer partido político de masa antioligárquico. ¡Que 650,295 ciudadanos, con derecho a participar electoralmente, han desertado de las urnas!
Esto es, más de medio millón de personas, pertenecientes a diversos sectores de las clases populares y clases trabajadoras que no creen más ni se sienten representadas en un sistema opresor, económico y político, corrupto y corruptor. Que rechazan este vigente sistema de poder y todo su sistema institucional y su ordenamiento constitucional.
Creando espontáneamente, por las fuerzas de los hechos, pese la poca real incidencia de la propaganda electoral abstencionista de nuestro partido el Partido Comunista (ML), dada la escasez de sus recursos propagandísticos, ausencia de medios técnicos y poca inserción en el seno de las masas, un polo alternativo democrático popular antisistema oligárquico de poder, antiinstitucional y contrario a la continuidad del orden constitucional que legitimiza esta particular forma de dictadura del capital monopolista burocrático-comprador y latifundiario.
El fenómeno político del abstencionismo no es algo nuevo en Panamá, ni ha surgido porque sí. Todo lo contrario, ha surgido, aunque aun desorganizadamente y con gran dosis de falta de conciencia política de clase, de los hondo y profundo de nuestro pueblo trabajador. Las masas trabajadoras y masas populares están profundamente descontentas y rechazan airadamente todo el orden de cosas políticas que les aplasta, conculca sus derechos políticos y les cierra toda oportunidad de incidir directa y decisoriamente en los grandes asuntos de la República. Si sienten impotente ante el desgobierno, el reinado de los corruptores y el imperio de los compromisos mafiosos con los monopolios imperialistas y Estados de las grandes potencias que dominan el mundo y nuestro país. La rabia ante la impotencia y el descontento sin salida que se acumula ha abierto paso a la rebelión política, precisamente, el abstencionismo electoral es una de las formas de la rebelión que se generaliza en la conciencia de las masas.
El abstencionismo, lejos de ser manifestación desapego político o irresponsabilidad lumpénesca, es una muy seria manifestación política rebeldía que pugna por estallar. Eso lo saben las clases dominantes, lo tratan de ocultar y desviar de hecho inventando fórmulas “de reforma institucional”, promesas de “cambios democratizadores”, promocionando un “cambio de la Constitución Política” sólo que por la vía de una... constituyente paralela. Prometen que cambiarán al país, a la sociedad y las relaciones políticas entre los gobernantes y gobernados, ofreciendo bienestar material y espiritual como siempre han hecho y que, finalmente, nunca cumplirán. Pues, o realmente no quieren o ya no pueden. ¿Es que piensan que el pueblo trabajador panameño no los conoce? Todo lo contrario, la clase obrera y el pueblo ya no les creen más. Si la rebelión no ha estallado aún, es porque el pueblo no está preparado para ello.
El abstencionismo es un arma de lucha política, revolucionaria en su esencia, contra todo este sistema económico -capitalista burocrático, plutocrático y parasitario-, contra el podrido sistema oligárquico de poder, antidemocrático y fascista. Eso lo sabes las clases dominantes y las clases gobernantes, las llamadas eufemísticamente “clases políticas”, y actúan en consecuencia. Haciendo recurso al engaño y al fraude electoral, como el ocurrido en las recién pasadas elecciones, a la difamación e ilegalización de la abstención electoral, a la utilización de los mecanismo de control político-sindical de las masas trabajadoras. Al recurso, in extremis, de la izquierda burguesa para entorpecer la toma de conciencia revolucionaria de clase de las clases trabajadoras y populares, paralizar el menor intento de acción política independiente de las masas y el que ella la reconduzca a reconciliarse con el Estado en crisis, para que no lo rompan.
Tal es la carga revolucionaria del abstencionismo electoral y, de ahí el creciente temor en las clases dominantes explotadoras y opresoras ante este nuevo ascenso cuantitativo del mismo, a niveles tales que le han convertido en un real y auténtico partido político de las clases populares independientes.

¿Y AL DIA SIGUIENTE DE LAS ELECCIONES QUÉ?
Desde ahora en adelante nos toca nosotros comunistas (marxistas-leninistas), a los revolucionarios proletarios y a la intelectualidad democrática popular, el recoger los pedazos rotos de la unidad popular a causa del oportunismo de la izquierda burguesa. El reafirmar una línea política general auténticamente revolucionaria, antioligárquica, antifascista, anticapitalista burocrática y antiimperialista.
En ese camino ponernos como tarea política inmediata el darle Organización y Dirección clasista al abstencionismo. Hacerle devenir un movimiento de masas real, permanente e independiente revolucionariamente. Con consistencia interna, estructuración organizativa, metas y tareas política que vayan mucho más allá de los procesos eleccionarios oligárquico burgueses.
En ello, hacerle confluir en un poderoso movimiento unitario popular contestario, rupturista, al sistema de poder oligárquico-fascista y capaz de impedir plasmación final de los reaccionarios designios políticos de los dominantes. La culminación de la II Gran Reforma del Estado y de la República oligárquica, en un sentido presidencialista, corporatista y neofascista, ahora en manos del ultraderechista y opusdeísta Juan Carlos Varela, debe ser parada en seco y con acciones de masas directas.
Para cumplir eso, se hace necesario convertir al abstencionismo en un movimiento de masas organizado políticamente y dotado de una conciencia política revolucionaria de cambios revolucionarios en la estructura económica y política de la sociedad.
Para ello, es menester ligarse y unirse al Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá, el único partido que en este país quiere y lucha por una consecuente República de Nueva Democracia Popular y encaminada al Socialismo. Darle fuerza a este, nuestro partido el comunista (marxista-leninista) de Panamá para que pueda cumplir con su tarea particular e inmediata de darle al movimiento abstencionista de las masas trabajadoras y masas populares una conciencia revolucionaria de poder y entregarles una estrategia de poder revolucionario.
Es urgente, para estos momentos políticos, en que las clases gobernantes se encuentran en víspera de una mayor y nueva profundización de sus pugnas interburguesas, amenazando provocar una grave crisis política en las “alturas”, aprovechemos la ocasión para, como primer paso, convocar, organizar y consolidar a la unidad a todas las fuerzas del abstencionismo de izquierda. Sobre todo, ligar al abstencionismo de izquierda lo más fuertemente posible a las vicisitudes de la construcción y reforzamiento de nuestro partido, el PC(ML) de Panamá. El único partido de la clase obrera, basado en el Marxismo-Leninismo- Maoísmo, capaz de conducir el abstencionismo electoral popular hacia la senda victoriosa de la revolución popular de Nueva Democracia a la revolución y construcción del socialismo en Panamá.
Trabajadores y clases populares, antiimperialistas y antidictadura oligárquica, une a nosotros y acompáñanos en nuestra marcha por el camino de la independencia nacional y la democracia popular hacia el socialismo.


Por el Comité Central del Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá,
Amilkar Villarreal P.
Secretario General
Quibian Gaytan
Vocero

Dado en la ciudad de Panamá, 5 de mayo de 2014