122 Aniversario del nacimiento del
camarada Mao
"el marxismo leninismo hasta sus
últimas consecuencias"
Con el acertado e ilustrativo verso del
poeta salvadoreño Roque Dalton, "el marximo leninismo hasta sus últimas
consecuencias", la Red de Blogs Comunistas quiere homenajear al
camarada Mao Tse Tung en el 122 Aniversario de su Nacimiento. Por ello, damos
la palabra al gran poeta comunista centroamericano para que nos recuerde al que
fue "como una antorcha obrera que levantó hasta el cielo las llamaradas
de la pradera campesina, hasta volver rojo al sol".
Poema a Mao Tse Tung
Roque Dalton,
Mao Tse Tung llevó
el marxismo-leninismo hasta sus últimas
consecuencias
por lo menos en un aspecto fundamental:
el de construir la alianza
obrero-campesina
en el seno de la guerra del pueblo
y tomar así el poder.
Siguiendo a Lenin, definió el pueblo,
ubicó
las clases y las capas sociales que
formaban el pueblo
y localizó así al enemigo nacional
interno, apoyo
de los imperialistas extranjeros.
Y en el seno del pueblo distinguió las
dos fuerzas:
la fuerza principal y la fuerza
dirigente.
La fuerza dirigente era la clase obrera
que se contaba por cientos de miles
y la fuerza principal el campesinado
que se contaba por centenas de millones.
La fuerza dirigente no era
suficientemente poderosa
para tomar por sí sola el poder
y la fuerza principal
no podía dirigir por sí sola su poderío.
Algunos que querían tomar del leninismo
sólo las apariencias
creían que bastaría con que la fuerza
dirigente copara las ciudades,
los “centros nerviosos del país”,
con huelgas y demostraciones que
progresaran paulatinamente
hacia la insurrección.
Eso significaba en los hechos mantener
separada
a la fuerza dirigente de la fuerza
principal,
tomando en cuenta la vasta extensión
planetaria de China.
Hubo grandes matanzas a causa de esta
concepción.
La clase obrera china fue masacrada y no
sólo simbólicamente
en Shanghai y otras grandes ciudades.
Mao Tse Tung sacó al leninismo de la
trampa de las ciudades
y en las cabezas y los pechos y los
brazos de los obreros
y en las cabezas y la boca y las manos de
los intelectuales
y en las organizaciones del partido:
se llevó la fuerza dirigente
hacia el corazón –fortaleza inexpugnable–
de la fuerza principal,
las masas trabajadoras del campo.
Y nos enseñó, asimismo, que en la época
del imperialismo agresor
esta tarea es desde el inicio una tarea
que en uno u otro sentido
necesita la garantía de las armas.
Así el Partido Comunista de China,
el partido de la clase obrera,
pudo unir a los trabajadores del campo
para la gran guerra del pueblo, la doble
guerra del pueblo:
la guerra contra la invasión imperialista
japonesa
y la guerra contra las clases dominantes
chinas
y sus lacayos comunes,
los militaristas de la explotación
encabezados
por el sangriento Chiang Kai Chek;
la guerra por la liberación nacional
y la guerra por la nueva democracia
que abrió el camino del socialismo.
Así entró el leninismo
al mundo de los países colonizados y
neocolonizados:
atravesando ríos y desiertos en la Larga
Marcha hacia el norte,
oliendo a sangre y pólvora,
sufriendo el hambre y la sed,
descalzo y harapiento pero con el fusil
relumbrante
(“el poder nace del fusil pero el fusil
es dirigido por el partido”)
dibujando a pincel en ideogramas bajo la
luz de las lámparas de aceite:
bajo la lluvia y la nieve y el sol
implacables,
como una antorcha obrera que levantó
hasta el cielo
las llamaradas de la pradera campesina,
hasta volver rojo al sol.
Roque Dalton (Poema a Mao Tse Tung, en "Un
Libro Rojo para Lenin")
Publicado por Red de Blogs Comunistas
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