A PIE DE URNA
por
Quibian Gaytan
Ha sido
bastante alta la participación en el torneo electoral francés este 23 de abril.
Un 78% de participante, contra el 21% que se ha abstenido o acogido al llamado
al boicot, convocado por los partidos de inspiración maoísta (Esto es, de
Marxistas-Leninistas, Marxistas-Leninistas-Maoístas y Maoístas). Es lo que
arroja al cierre de las urnas, en esta primera vuelta eleccionaria. Encabezando
las listas a encontrarse en la segunda vuelta, Emanuel Macron, un agente de las
altas finanzas, UEista y otanista, y; la ultraderechista Marianne Le Pen, una
anti-UE, putinista e imperialista de huesos duro.
Así el
pueblo francés, con su voto ha marcado su querencia de la recuperación de una
Francia fuerte, nacionalista e independiente de la superpotencia
estadounidense. La que debería hacer sentir su peso en el tablero de los
rejuegos de redivisión del planeta de las Superpotencias imperialistas rivales
y hegemónicas en Europa, África, el Magreb, Medio Oriente y, particular
en Siria. Así pues, en conclusión, han votado por una Francia recuperadora de
su antiguo imperio colonial (hasta dónde le dejen hacerlo las potencias que
cuecen las habas en Europa: EE.UU., Rusia y Alemania). Sueño imperialista duro
de morir en la conciencia del “ciudadano” francés.
Por
esa ilusión, de siempre caballo de batalla de la masa de
patrioteros burgueses no-monopolistas y pequeño burgueses que sólo
atinen a ver su bienestar aunque sea a costa de los pueblos del mundo, los
franceses se han colocado en la falsa y peligrosa disyuntiva de tener que
escoger entre una neonazista descocada (tipo Hillary Clinton a la francesa) y
un liberalfascista, agente de la oligarquía financiera francesa. Ni más ni
menos, “le belle Francia” ha colocado voluntaria su propia cabeza en la
guillotina.
A ello
han contribuido todos los partidos políticos burgueses del área oficial, los
que se han dedicado a acarrear votantes, cual si fueran de un país bananero
latinoamericano cualquiera, por la gloria imperial de Francia. Desde los
socialimperialistas del PS, los republicanos burgueses, pasando por los otroras
eurocomunistas del PCF hasta los trotzkystas de diferentes reagrupamientos. Los
que ni tan siquiera no han podido, o no han querido, transformarse en una
fuerzas política única anticapitalista y antiimperialista, independiente
e impulsora de una salida democrática socialista a la crisis económica y
política que vive la sociedad gala, y; totalmente incapaces de sacarse del
cerebro el peso muerto de la ideología capitalista monopolista de la
“sagrada unión francesa”, por demás hace mucho hecha pedazos en la conciencia
comunista de la clase obrera y de los sectores más avanzados del pueblo
francés.
Ya les
veremos, con ocasión de esta segunda vuelta, convocar con desvergüenza la
consigna “unidad de toda la Francia democrática contra la fascista Le Pen”.
Cómo si ésto no fuera lo que verdaderamente quiere la burguesía imperialista
francesa. Enceguecidos por la histórica enfermedad del socialnacionalismo y el
reformismo parlamentario, juntos y conscientemente, llevarán aguas al molino
del más peligroso enemigo de las libertades democrática y del socialismo
auténtico del proletariado y el pueblo trabajador francés, el liberalismo
fascista de Macron y su cofrades.
¡Con sus
cabezas pagarán su oportunismo, su reformismo y legalismo parlamentarista, su
traición una vez más al socialismo proletario francés! ¡El proletariado, el
pueblo francés, sólo cosechará más estados de sitio, más leyes liberticidas
y derrame inútil de sangre en mayores y nuevas aventuras militaristas
colonialistas!
En todo
este asunto sólo los así infamados “ultraizquierdistas”, es decir los
auténticos comunistas y anarquistas, resultan que han visto claro por donde va
la cosa. La consigna del Boicot, de la abstención electoral, les ha válido
devenir un auténtico y real segundo partido en el panorama político francés. En
partido de la izquierda revolucionaria proletaria independiente, en el partido
de la guerra civil por el socialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario